El fútbol es un deporte de carácter mixto, combina esfuerzos de carácter aeróbico con otros anaeróbicos, hasta el punto de convertirse en esfuerzos máximos de hasta el 100% de nuestra frecuencia cardíaca máxima.
Una persona que conozca el término HIIT y sepa qué lleva consigo, no puede evitar pensar en las posibles similitudes entre un deporte como el fútbol y el HIIT. Para empezar, sí, ambos funcionan a intervalos, solo que el HIIT combina estadios de máxima intensidad con intensidades muy moderadas y está todo muy bien programado. De hecho, una gran diferencia entre ambas prácticas deportivas, es que el fútbol no está programado, es decir, durante un partido sabes que en cualquier momento puede venir un esfuerzo máximo o submáximo y estar "descansando" muchos minutos, prácticamente trotando.
En cuanto a frecuencia cardíaca y lactato, son muy parecidos. Si bien el fútbol posee unas propiedades que incrementan los niveles de lactado en el cuerpo, el HIIT es prácticamente idéntico en este sentido. Pero hay que tener en cuenta el factor ambiental, de hecho, el fútbol se practica al aire libre y los factores climáticos pueden intervenir mucho en nuestro rendimiento (temperatura, humedad, viento, lluvia, etc...) además de ser mucho más lesivo que el HIIT, ya que en sí mismo lleva movimientos que pueden hacernos salir de nuestro ROM, provocando una distensión muscular considerable.
El HIIT, sin embargo, tiene un carácter menos lesivo y, por tanto, puede practicarlo una gran parte de la población (incluso se ha demostrado que lo puede practicar gente con cardiopatías). Por si teníais curiosidad, ambos conllevan un gasto calórico elevadísimo, y son ideales para la ganancia de VO2max y para reducir el porcentaje de grasa corporal. Para más información, podéis consultar en Entrenar Duro o enviar un e-mail a info@entrenarduro.com
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